Detrás de los cantes...

Intentando sobrevivir a esto de opositar, compartiendo este arduo camino salpicado de anécdotas, experiencias y buen humor, para evitar perder la cabeza, ¿te apuntas?

AVISO: Queda prohibida cualquier tipo de reproducción total o parcial de cualquiera de los posts de este blog. Gracias por respetar el trabajo de los demás.



jueves, 25 de septiembre de 2014

Érase una vez...

Érase una vez un pequeño niño que tenía miedo a los monstruos de su armario. Al llegar la noche, no podía evitar dar vueltas y vueltas en la cama, mirando a su armario a través de la oscuridad si percibía algún movimiento, agudizando su oído por si el silencio se quebraba.

Y es que, aunque nunca había visto ni oído nada raro, no dejaba de preguntarse: ¿cuántos monstruos habrá? ¿Cómo serán de grandes? ¿Será hoy el día en que salgan del armario para venir a por mí?

Al final, las noches de pasaban entre desvelos y pesadillas. Día a día, se acumulaba el cansancio y los temores hasta que decidió que era hora de enfrentarse a sus monstruos.

Pensó cómo hacerlo: encontró su gran espada de madera dentro de su cofre de juguetes y se dirigió al armario con decisión... Pero, con el pomo ya en la mano, no se sintió capaz. Entonces, acudió a pedir refuerzos: su madre aceptó encantada ayudarlo e incluso propuso llamar a su amiguito de enfrente. Juntos, abrieron el armario y se encontraron cara a cara con los monstruos... Que se habían convertido en polvo.

Y es que, aunque crezcamos, todos tenemos "monstruos metidos en el armario", dudas y temores, preguntas que no sabemos responder, que nos quitan el sueño por las noches, cuestionándonos cuándo y cómo deberemos hacerlo frente.

¿Sacarán plazas este año? ¿Seré capaz de aprobar esta convocatoria? ¿Será la siguiente? ¿Seré, siquiera, capaz de lograrlo algún día?

A veces podremos solos. Otras, necesitaremos ayuda. Pero al final, al "abrir el armario" nos daremos cuenta que los problemas se terminan convirtiendo en polvo cuando los enfrentamos, porque podremos verlos tal y como son y buscar las soluciones necesarias, que, al fin y al cabo, no serán más que soplar el polvo de tus miedos para esta noche volver a dormir plácidamente.




photo credit 1: ecstaticist via photopin cc
photo credit 2: Paparuchas via photopin cc

2 comentarios:

  1. Que identificada me he sentido con el cuento, especialmente en estos primeros días de oposición en los que te enfrentas con todo el temario sin conocimiento alguno jeje Gracias por la historia

    ResponderEliminar
  2. Yo también me siento muy identificada... En la oposición los miedos se vuelven mucho más grandes... no solo por el estudio... Me ha gustado mucho. Gracias por compartirlo!

    ResponderEliminar

¿Qué piensas?

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.

AVISO: Queda prohibida cualquier tipo de reproducción total o parcial de cualquiera de los posts de este blog, bajo pena de procedimiento penal.
Gracias por respetar el trabajo de los demás.